8.2.07

Stranger than Fiction

Hoy ha sido un día raro, como casi todos sus días, como casi todos los días en su país.

Esta mañana, cuando regresaba de llevar a su adolescente de quinto año al colegio -quien lleva una semana en huelga de habla, o sea, que no dice ni pío, ni a ella ni a nadie, se comunica con mímica básicamente, ella le dice que al principio no le pareció divertido porque le costaba mucho entenderlo, pero que ahora le provoca que repita una semana más porque no escucha sus maldiciones e insultos, a lo cual él le responde señalándose la cabeza... Sí, le dice ella, piensas los insultos, pero al menos yo no los oigo y se ríen juntos, y luego se abrazan- manejaba distraída mientras pensaba. ¿Será una promesa, una apuesta, un reto consigo mismo, una prueba de voluntad, una locura, o será que se fumó un cacho? Con los adolescentes nunca encontramos las respuestas correctas, siempre son las menos pensadas ...

De pronto un perro callejero, de esos feítos y en precario estado, cruzó la calle frente a su auto. Ella se dio cuenta de que el can iba hacia un hombre que tenía en las manos algo en un papel periódico, algo que al perro parecía interesarle.
Pensó que el hombre llevaba
sobras de comida en el periódico para darle al perro, qué buena nota, ocuparse de un perro callejero. Pensó que era el vigilante del edificio de lujo que se encuentra frente a la edificación en semi ruinas de la Escuela de Enfermería de la UCV, en la que vive el perro que cruzo la calle frente a ella y al menos una docena más.
Para su sorpresa y ante sus ojos trasnochados, el hombre comenzó a comer lo que fuera que llevaba en el papel periódico. Seguramente eran sobras rescatadas de las bolsas de basura que están en la acera del edificio de lujo, esperando a que pase el camión del aseo. El perro se quedo con las ganas.

Si ella venía pensando en que el silencio voluntario de su hijo era algo medio bizarro, la visión de ese hombre, no con pinta de perro callejero -todavía-, comiendo sobras de basura, no en una hoja de plátano sino en un pedazo de periódico, fue mucho. Tanto que se preguntó si en realidad estaba manejando o si aún no se había levantado de la cama y todo aquello era una pesadilla apocalíptica.

Pero sí, está despierta. Se da cuenta al tener que hacer un esfuerzo para estacionar el auto. Entra en el apartamento y se sirve una taza de café negro, a ver si termina de despertar y de imaginar cosas raras. Suena el teléfono. Es un muchacho que pregunta por ella. Da el nombre y se presenta como el nuevo agente de su cartera de inversiones en Econoinvest, donde hace unos meses y por no dejar, ella compró unas pocas acciones de la compañía de electricidad con un dinero que le había sobrado ese mes, no sabe cómo, y por una oferta tentadora que les pasaron a los del taller de crónica que se dictaba en las mismas oficinas de Econoinvest. Sí, acciones de la misma compañía que quiere estatizar el gobierno venezolano.

¿Cartera?- pregunta ella riendo. Será monedero. ¿Cómo es que te llamas? ¿Félix? Dime Félix, qué me recomiendas que haga con esas acciones? (Lo dice con voz de inversora de mucha experiencia). ¿Todavía no se sabe qué es lo que va a hacer el gobierno? Bueno, entonces qué más da. Si bajaron tanto de precio... sí, claro, entiendo. Bueno, cualquier cosa esperaremos, ¿no? Cuando sepan qué va a pasar con eso ¿me avisas? Gracias. Tranca el teléfono aún riendo. !Accionista de la Electricidad de Caracas, cartera de inversiones! Suena a importante.

Sigue el día, trabajo, llamadas, trabajo, almuerzo, trabajo, pausa... Aprovecha un escaner de negativos que le prestaron para un trabajo y busca en sus recuerdos unas diapositivas que tiene mil años sin ver. Escanéa y guarda algunas. Cuando eramos jóvenes, felices, y coño de la madre, no nos dábamos cuenta - piensa con nostalgia verdadera. Le deprimió verse la sonrisa y la frescura de aquellos días, en aquellos viajes despreocupados de dolar a 4,30. Todo lo que pudo conocer y divertirse, aprender, querer y descubrir. Escapa de la realidad del hombre comiendo en papel periódico viéndose echada en la arena de un atardecer en una playa de Santa Barbara en California, con el novio del momento, o bailando con los Waraos en el Delta del Orinoco, con al menos 20 años menos.









El sonido del celular la saca de la ilusión pasajera, la nota barata y sin químicos. Ya es hora de recoger al mudo, acaba de mandarle un mensaje de texto. Como no puede hablar, gasta poco la tarjeta pre pago. La verdad es que la mudez ha resultado maravillosa.
En el carro, el chamo sigue con su mímica, tratando de explicarle, sin sonido alguno, lo bien que quedó el concierto que dio el grupo de sus amigos esta tarde.

Al fin llega la noche, se echa en la cama, prende la tele. El Gobierno acaba de firmar un trato con la compañía americana dueña de la Electricidad de Caracas. Ahora resulta que se va a ir a dormir siendo accionista minoritaria de una empresa del estado socialista del siglo XXI.

Apaga la tele e invita al mudito a ver una película con ella. Una sopita para el alma: Apocalypto de Mel Gibson. (estupenda escenografía y vestuario). Perfecta para ir a la cama relajada.

Antes de apagar la luz observa el regalo que le trajo esta tarde la señora colombiana que trabajó con ella tantos años, la que cuido a sus hijos mejor que ella misma: una franela roja con dos manos blancas, diez millones por el buche, y una cachucha roja con la cara del teniente coronel.

Tome señora María, se lo manda mi sobrino Nicolás – le dijo Reina. Me dijo que se lo diera para que lo cargara en el carro porsialguna vez tenía una emergencia. Usted sabe, nunca se sabe lo que puede pasar en éste país.

Tiene razón -piensa ella justo en el momento en que traga las pastillas para dormir que le mandó el doctor, antes de apagar la luz de la mesa de noche- nunca se sabe. Ya nada se sabe en éste, el país de lo impredecible.

5 comentarios:

La Gata Insomne dijo...

Hola!!!
está buenísimo (desgraciadamente) lo del adolecente es de verdad lo mejor que te ha podido pasar. Qué bello, es que esos niños salieron intensos como la madre (aunque la madre a veces se las da de light)

de verdad me gusta mucho como encadenas la historia con humor, ironía, tragedia, comedia!!!!!

Es que esta Gata se parece a la Nodriza!!!! ya sabes que la gente se parece a sus padrinos y en esto de los Blogs eres mi madrina!!!!
a ver si ensayo la narrativa tipo journal

Pero es que la inspiración hace falta, hoy comí langosta!!!! en el Rancho de Manana que cumple por un mes la misma edad que yo.

En el mar, la vida es mas sabrosa!!!! aunque los perros playeros son más famélicos que los callejeros!!!

Rafael Osío Cabrices dijo...

Ese fue, sin duda, el mejor post que has tenido en tu blog hasta el momento.

Maria D. Torres dijo...

Gracias a tí querido ROC. Como que he aprendido algo en los talleres? :-)

Lena yau dijo...

Me río con pelín de amargura...

Oye, lo del cacho, jajajaja, tenía tanto tiempo sin escuchar eso, jajaja. Me encanta leerte, tu voz me recuerda tiempos y cosas que extraño!

besos gordos!

Carolina Yribarren dijo...

Que bella en esas fotos de recuerdos..cuando eras Feliz e Indocumentada.

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