En estos días de cambios, vacaciones, mar, sol, asombros, vientos, peñeros de pescadores, atardeceres bestiales… he agradecido lo que la vida me ha regalado – con mi ayuda. Pero como soy como soy, y no puedo dejar de sospechar de tanta cosa buena, aguzando el oído y cubriendo 180 grados de visión panorámica para ver por dónde brinca la liebre… Y vi como brincó. Bueno, no fue que brincó. Más bien saltó al abismo. Al abismo del silencio, ¡y se llevó toda mi música con ella!
Estaba preparando un post sobre los casinos de Margarita. Se iban a reír, tanto como yo me estaba riendo mientras recordaba detalles y escribía. Pero tanta risa y tanta belleza y tanto mar y tanto sol… eran sospechosos. Hoy me di cuenta de que perdí algo así como la mitad de mi vida: !!!mi ipod!!! (Aparatito patentado por Apple con una manzanita,reproductor de vida, reproductor de momentos, carísimo -no sólo en materia sino en el tiempo y la paciencia para llenarlo de mi vida). He perdido una pequeñita cajita de metal con mis momentos más importantes y la multiple variedad de mis personalidades y mis estados de ánimo: la primera vez que me sacaron a bailar en una fiesta, el primer baile “pegao”, el primer beso, mi primer viaje sin mis padres o familia, mi primer despecho, la primera cama, la segunda y otras, los triunfos y los fracasos, el primer disco que le puse a mi hijo, cuando todavía estaba en mi barriga, de esos que eran de plástico negro y no se perdían! Varias primeras veces, muchas posteriores pero igual de importantes.
No sé si se me cayó, si lo eché en la basura, si lo barrí o si me lo sacaron del carro, de la cartera en las calles de Margarita o en el Casino de Laguna Mar mientras metía billetes en una máquina tragamonedas sólo para saber lo que sentían las miles de personas que a diario pierden dinero frente a estas cosas que ni sé cómo funcionan y esperando ganar un milloncito que no gané y que ahora me caería de maravilla para reponer la cajita y volver a empezar a reconstruir mi vida, bueno, la mitad de ella.
Añoro el pasado. Los discos de vinyl no se perdían en la calle, todos el mismo día. Y las fotos de papel no se desaparecían de discos duros. Deber ser que me estoy poniendo vieja. Pero es que todavía es increíble que tanta vida, tanto esfuerzo por encontrar cada nota, cada letra, cada ritmo, cada tiempo, quepa en una mierda de cajita que se puede perder en cualquier momento. ¡Somos tan poca cosa!
(Sí, sí, ya sé. Hay cosas peores…
¿Hay?)
Será una excusa poética, pero me he dado cuenta de que cuando estoy completamente feliz no puedo escribir.
10 comentarios:
Que se yo, no tengo palabras para consolarte…ya vendrá otra vaina mejor, otro aparatito que se pueda insertar en la memoria sonora, lo bailao nadie te lo quita…y eso no se pierde..
Apurruños
caro
María, recuerda que "nada sucede casualemnte todo tiene causa y efecto", por lamentable que sea esl hecho en si mismo, tal vez necesitabas perder tu "cajita" de recuerdos, para poder inspirarte y regalarnos estas maravillosas reflexiones.
No estés tristes, vendrán más vivencias felices que recordar y guardar en tu próxima nueva cajita. Aunque también es verdad que "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde" como tantas veces nos lo han repetido nuestros mejores ancestros.Pero recuerda que la verdadera poderosa "cajita" -y esa si es verdad que es única- es tu propio corazón, tu alma, tu espíritu, tu conciencia, tu mente, tu yo interno, tu vínculo permanente con Dios."Todo pasa" querida amiga.
Un abrazo.
Patalearía igual si me sucediera, pero...Qué hay del I-tunes en la pc?
Just asking...
Coincido contigo, tampoco escribo cuando estoy "feliz", qué será lo que pasa, ¿será una patología? ¿Otra?
Curiosa,
OA
Arcangel, ya he pensado de todo! Que ha sido un castigo divino por bajar música sin comprar los CD´s!!!
Ophir, no tengo respaldo de nada. Todos mis cd´s originales están en un depósito en Estados Unidos, pasé meses recolectando música de la biblioteca del lugar donde vivía en Illinois y el resto, pues bajándolo de Internet tras mucho buscar vainas raras de la época de mi adolescencia. Mi único equipo de música era eso y un par de cornetas. No tengo nada en el itunes porque me ocupa mucho disco duro..... y no quiero hablar más de esto!!!!!!!!!!!!
Una recomendación, porque el año pasado perdí todos mis archivos de fotos de la compu. RESPALDEN, RESPALDEN, RESPALDEN. Uno siempre lo deja para otro día!
Gracias al mar, la cosa no ha sido tan grave. No sé qué va a pasar cuando regrese a Caracas y no tenga la música para sentarme a trabajar!
Ya veremos..... BUA!!!!!!!!!!!!!!
Es verdad Caro, nadie nos quita lo bailado, pero..... BUAAAAAAAAAA.. a veces es rico oírlo otra y otra y otra vez. Empezaré de nuevo, cuando pueda comprar otra cajita
Cada vez somos más dependientes de "cositas" más pequeñas... Quién se "atreve" a salir de casa sin el celular? Por qué ninguno de mis compañeros de trabajo se sienten "tranquilos" si no tienen su pendrive en su maletín? Nos hacen la vida más fácil eso sí, mientras siempre los tengamos a nuestro lado si no... CAOS TOTAL!!! Saluditos, Bye!
MD: Grave sería que perdieras la memoria.
Cariños
LM
M, como puede ser.... yo no sñe lo que es tener un ipo, no tengo uno porque cuando me coloco los audifonos siento que me duelen los oidos. Espero lo recuperes, por allí en mi blog te dejé una cosita.... ja!, ja!, ja! un abrazo!!
Caramba mi amiga, la acompaño en ese momento tan polemico y no sonoro, a veces hay que comenzarlo todo, hay que hacer un receteo, aprovecha, mientras por alla en la Guarida te invitamos a que te tomes unos coctelitos y unas costillitas explosivas..exitos y abrazos..
hola!! Estaba de paseo y me tope con tu casita!!! Lastima lo del ipod, si lo veo te aviso!! Saludos
MDTorres: Como me duele tu pérdida del ipod. Lo que si celebro es tu relato, tu consuelo frente al mar,y tu escrito tan descriptivo y sentido cuando estás triste, ´animo ese don que tienes para la fotografía y la escritura debe darte muchísima alegría. No debes estar triste por lo tanto.
(La amiga invisible que llegó a ti através del blog Rostros de arena.)
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