y escuchen mi diálogo desde el baño dentro del vaso, un diálogo de esos que uno tiene esos días en que se ahoga en un vaso de meado.
Aquí
Hay muchas cosas interesantes y gente nueva (y vieja pero clásica), Corran, mientras está caliente
-¿Aló?
-Hola. ¿Te desperté?
-Sí pero no importa. Total, dormida o despierta es la misma vaina
-Hable con Luis, me contó los planes.
-¿De qué me hablas?
-¿Sigues dormida?
-No coño, pero no sé de qué Luis y de qué planes me hablas?
-Bueno, no importa. Lo que sí importa es que recuerdes mañana ir corriendo al banco a arreglar lo de Cadivi. Compra todo lo que puedas. Llega al tope de la tarjeta de crédito. Hay que endeudarse, eso me dijo Luis. Lo que viene es arrecho.
-¿Y si no necesito comprar nada?
-Compra igual. Luego lo revendes. Compra algo que la gente quiera.
-¿Me sugieres algo?
- No sé. Mira cualquier película cubana y sabrás lo que va a buscar la gente.
-¡Ah! Ya sé. Voy a comprar vestidos de fiesta y fluxes para alquilarlos.
-Buena idea. Montamos el negocio. Mañana me voy a tu casa y hacemos un listado de tallas. Avísame cuando llegues del banco y nos metemos en Internet a buscar los más vistosos.
-Dale. Trato hecho. Así tendremos plata para comprar después.
-¿Para comprar qué?
-No sé, lo que haya.
-Chao, sigue durmiendo.
-Hasta mañana.
-Ojalá llueva tanto esta noche que el país desaparezca. No tengo ganas de alquilar trajes de fiesta.
-Pendeja. Chao
-Chao